Tras el conflicto por el cumple del Pipa, el DT y el delantero tuvieron una charla en la práctica de este jueves. ¿Cambiará esto la situación del goleador, borrado en la fecha pasada?
Fue una charla a la vista de todos, sin secretos, sin demasiados cuidados. Diego Martínez y Darío Benedetto tuvieron un cara a cara en la práctica de este jueves que buscó, de alguna forma, limar el conflicto que se generó el viernes, cuando el DT de Boca tomó la decisión de borrar al goleador del partido ante Central Córdoba, por no haber estado en condiciones de entrenarse tras festejar la noche anterior su cumpleaños.
Ese episodio, de hecho, pareció marcar un antes y un después en la relación entre ambos, al punto que el DT evaluó en este tiempo no tener más en cuenta a Benedetto para lo que viene. Y así, de alguna forma, acelerar la salida del delantero del club, teniendo en cuenta que su ciclo parece agotado en lo deportivo y, también, en la voluntad de las partes. En definitiva, es el propio Pipa el que también quiere buscar nuevos horizontes para poder tener la continuidad que hoy no tiene en Boca.
Como fuera, la que se dio este jueves, fue una cumbre en buenos términos, que buscó reconstituir las heridas que dejó el affaire de la semana pasada. El viernes pasado, incluso, trascendió una frase que al DT le molestó, que lo hizo explotar y que luego se hizo viral en estos días: «Noches alegres, mañanas tristes».